Hablamos de la Ataxia, una enfermedad que necesita de muchos esfuerzos para combatirla.

“ Si tropiezas y no caes, dos pasos adelantas” Federación  de Ataxia de España (FEDAES). Hace ya cierto tiempo vengo trabajando con la FEDAES para ayudar a los pacientes con ataxia a mejorar su calidad de vida en la medida de lo posible. Hoy en esta nueva entrada del blog vamos a explicar en qué consiste esta enfermedad y de qué manera ayudamos a los pacientes con ataxia desde la fisioterapia. 

Una aproximación para conocer un poco en qué consiste esta enfermedad.

Vamos a empezar por definir de manera sencilla esta compleja y poco estudiada enfermedad. Se denomina a la ataxia como un trastorno neurológico que se caracteriza por la pérdida parcial o completa de la capacidad de coordinación de los movimientos voluntarios que realizan las personas. Sus principales manifestaciones corporales son temblores de las diferentes partes del cuerpo cuando la persona intenta realizar un movimiento de manera voluntaria y consciente, la dificultad o imposibilidad de realizar movimientos que requieran de una alta precisión y la pérdida o alteración del equilibrio a la hora de caminar. 

La ataxia como tal no la calificamos como una enfermedad en si misma, sino que es un síntoma característico de unos 300 procesos degenerativos que cursan con otra serie de síntomas asociados como son la deformidad de nuestro esqueleto, problemas cardiacos, visión doble, dificultad para tragar y articular de manera correcta las palabras, pérdida de tono muscular, infecciones pulmonares, diabetes, alteración sensorial y linfomas. 

Este tipo de patologías va a variar dependiendo del tipo de ataxia que se tenga. Pues existen varios tipos de ataxia dependiendo de su etiología. Pero antes de ver qué tipos de ataxia existen descubiertas o clasificas en la actualidad, vamos a decir también que la ataxia es una enfermedad degenerativa progresiva, que puede comenzar con pequeños síntomas como la pérdida ligera del equilibrio en alguna fase del ciclo de la marcha, que popularmente se conoce como “marcha ebria”. 

La ataxia puede llegar a ser un problema muy discapacitante por la pérdida de funciones que genera. El grado de progresión de la misma. Es muy diferentes dependiendo de qué tipo de ataxia padezca la persona y también se ve influenciado el proceso degenerativo por diferentes factores tanto externos como internos como puedes ser predisposición genética, entorno ambiental e influencia de los factores personales.

La edad de aparición de los síntomas puede ser en cualquier etapa de la vida y afecta de manera indistinta a hombres y mujeres. 

Se clasifican las ataxias en dos grandes grupos:

1.- Ataxias hereditarias. 

2.- Ataxias no hereditarias. 

Dentro de las ataxias hereditarias sin meternos en terminología y conceptos más técnicos o científicos podemos agruparlas en otros dos grandes grupos: 

Las ataxias de transmisión autosómica dominante; que se caracteriza por trasmitirse entre familiares. Dentro de este tipo de ataxias encontramos las espinocerebelosas y las ataxias episódicas. 

El otro gran grupo serías las ataxias de transmisión autosómica recesiva; que podemos decir que se necesitan que los dos padres sean portadores del gen defectuoso para transmitir la enfermedad a los hijos. Entre las que encontramos en este segundo grupo está una de las más conocidas: la ataxia de Friedreich. También se encuentran la ataxia telangectasia, la ataxia cerebelosa congénita y la enfermedad de Wilson. 

Las ataxias no hereditarias es mucho más difícil de clasificarlas. Son propias de las personas por diferentes circunstancias como pueden ser una anormalidad o mutación genética, por un desajuste metabólico, por una infección, un traumatismo, una infección, un tumor o otras causas como pueden ser la aparición tras una parada cardiaca o una hemorragia a nivel cerebral. 

La ataxia va a aparecer cuando se produzca una alteración a nivel del cerebro, el cerebelo o la médula espinal siempre y cuando encontremos una alteración en la coordinación de los movimientos o una pérdida en la capacidad para controlar de manera voluntaria nuestras acciones motoras. 

El abordaje de las personas que sufren ataxia es siempre multidisplinar y multimodal. Es decir, vamos a tener que enfocar el tratamientos desde las diferentes ciencias de la salud, así como desde diferentes áreas psicosociales de las personas y familiares que sufren la ataxia. 

Desde el punto de vista sanitario, vamos a enfocar el tratamiento desde la medicina y farmacología así como desde la psicología, logopedia y fisioterapia. 

Vamos a comentar que campos podemos trabajar desde la fisioterapia que es el área que nos ocupa. Trabajaremos la coordinación de la marcha, ejercicios de equilibrio y trabajos de fuerza de todo el cuerpo. 

Los pacientes que sufren ataxia trabajaran también con los terapeutas ocupacionales para mejorar la motricidad fina y conservar las destrezas en sus actividades de la vida diaria.

Otras áreas de trabajo pueden ser el yoga, mindfullness, así como servicios de ayuda domiciliaria o laboral.

Una enfermedad que necesita de más recursos para mejorar su enfoque y tratamiento.

Cuado nos referimos a la ataxia, hablamos de un síntoma de una gran cantidad de enfermedad neurológicas. Pero ello no quita para que se tenga que seguir investigando en sus causas y así poder enfocar mejor los tratamientos para mejorar la calidad de vida de las personas que están afectadas por la ataxia. 

Como siempre os diré, cuando me despida de vosotros,

¡Salud y Vida! 

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