La psicomotricidad infantil vista desde el punto de vista de la Fisioterapia.

Cada movimiento va acompañado de conocimientos, pensamientos y emociones.”

Con esta frase podríamos resumir lo que la palabra psicomotricidad engloba. Si nos paramos un momento a pensar en un niño, en ese proceso de formación, evolución y transformación constante en el que se encuentran sobre todo desde los primeros días de vida hasta los seis años, juega un papel importantísimo en la vida diaria de los niños, la psicomotricidad.

La psicomotricidad también es una competencia de la fisioterapia infantil que ayuda al correcto desarrollo de los niños.

La psicomotricidad se define como la capacidad del ser humano para generar un movimiento corporal gracias a un pensamiento previo que se origina en nuestro cerebro. Por lo tanto cuando hablamos de psicomotricidad infantil, nos referimos a  aquellos movimientos que los niños realizan para relacionarse con el entorno que les rodea de una manera consciente. Esto va a permitir y formar el desarrollo del niño en cuatro aspectos fundamentales de su vida:

  1. Desarrollo físico.
  2. Desarrollo mental.
  3. Desarrollo social.
  4. Comunicación.

Para que este desarrollo en los cuatro conceptos sea óptimo, los niños van a tener una serie de factores en los que tenemos que prestar atención. Su grado de madurez, y su condición biológica  del medio en el que se produce.

La razón por la que empezar a trabajar desde tan pequeños con los niños todos estos campos es la gran plasticidad cerebral que tienen los niños desde que nacen hasta que cumplen seis años, puesto que es cuando se forjan las conexiones neuronales.

Desde la fisioterapia infantil podemos abordar todos estos conceptos valorando el desarrollo motor de los niños. Viendo cómo son capaces de moverse y relacionarse con el entorno. A parte de una evaluación de posibles eslabones débiles en los movimientos corporales de un niño, también nos va a interesar que los niños adquieran conciencia sobre su propio cuerpo y que sepan orientarlo bien en el espacio para lograr un objetivo, como puede ser desplazarse por el parque, agarrar un juguete, o dar un abrazo a su hermano pequeño.

Los movimientos de los niños deberán ser aprendidos a lo largo de sus diferentes etapas de maduración que más adelante veremos, pero sí que quiero destacar ahora, que no existe una receta única en las fases evolutivas, sino que cada niño tiene un ritmo de desarrollo y que debemos dejar evolucionar a los niños a su debido tiempo para que aprendan con el tiempo e integren bien todos los movimientos y pueden también practicar esas habilidades el tiempo que ellos necesiten para que luego los resultados sean los deseados y tengan una duración prolongada en el tiempo.

No debemos olvidar que en cada etapa del desarrollo, los niños tienen que ser capaces de adquirir unas ciertas habilidades y capacidades.

  • Durante el primer año de vida, sobre todo el primer trimestre los movimientos del niño serán en bloque. A medida que avanza el segundo y tercer trimestre de vida el niño empieza a controlar las partes del cuerpo más cercana a la cabeza. Finaliza esta primera etapa consiguiendo realizar el volteo de forma consciente. Podemos hablar que es el primer paso de locomoción en un niño.
  • En los primeros dieciocho meses se producen los mayores cambios y a la mayor velocidad.
  • Del primer al segundo año de vida, los niños adquieren cierta independencia en sus movimientos; empieza a gatear, para terminar este periodo corriendo. Es capaz de hacer garabatos, imitar gestos, identificar partes del cuerpo, lanzar objetos, golpear objetos con el pie, ayuda a vestirse y desvestirse.
  • Entre los dos y tres años, se producen avances como subir y bajar escaleras, montar en triciclo, puede comer sin ayuda y salta, baila y trepa.
  • A partir de los tres años se perfecciona el equilibrio y las habilidades manuales, la marcha cada vez es más segura, se viste y desviste sin ayuda. Diferencia nociones del espacio como arriba y abajo, delante y detrás. Domina su propio cuerpo, capacidad de decisión en la marcha.
  • A los cinco años el desarrollo motor del niño es maduro y consigue organizar su tiempo, coordinación de movimientos, realizar tareas complejas, escribir, correr con seguridad.

Durante todas estas etapas como hemos visto se pueden desarrollar movimientos más globales y abruptos con movimientos más precisos. Encontramos dos tipo de psicomotricidad, la denominada motricidad gruesa, que se describe como el control y coordinación que abarca o supera el tamaño del propio cuerpo, como puede ser bailar o correr. Y la denominada motricidad fina, que es el control y coordinación de los movimientos que abarcan menos del tamaño del cuerpo. Encontramos dentro de esta motricidad fina pintar o manipular objetos.

Desde la fisioterapia infantil o pediátrica vamos a facilitar el correcto desarrollo motor de los niños. Nuestra intervención va a consistir en analizar los posibles retrasos en el desarrollo, los posibles defectos que se están adquiriendo en ese proceso y que no queremos que se integren en el esquema motor de los niños y estimular de la manera más amena y divertida todo el proceso de aprendizaje a través de juegos que fomenten la participación divertida y amena de los niños en las sesiones de psicomotricidad.

No queremos adultos enfermos, por eso queremos intervenir desde la infancia para fomentar la salud.

Para concluir esta entrada del blog, os recordamos que la buena salud de los niños es de vital importancia para su correcta evolución y su posterior desarrollo en las etapas que vendrán. Por eso es muy importante crecer con una correcta adaptación al medio, socializar con el entorno y las demás personas que rodean al niño, así como crecer en un ambiente saludable a nivel emocional y motor.

Desde Fisiolive Valladolid vamos a conseguir adaptar todos los recursos que tenemos a nuestro alcance para favorecer un modelo de desarrollo con Salud&Vida.

Como siempre os diré, cuando me despida de vosotros,
¡Salud y Vida! 
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