¿Está de moda tener una etiqueta por una afección en nuestro cuerpo?

“Es la naturaleza la que da la nobleza en la conducta; pero la educación, con todo, enseña las reglas.” Eurípides.

Durante los años de mi experiencia clínica he podido pasar consulta a muchas personas. Como ya habréis podido leer en anteriores entradas del blog una de las partes más importantes para un fisioterapeuta es la historia clínica.

Durante esta parte los fisioterapeutas preguntamos acerca de lesiones o problemas que los pacientes han tenido o tienen en la actualidad. Hoy os traigo una reflexión acerca de un fenómeno que me parece un poco asombroso.

No somos personas con lesiones de por vida.

Tenemos soluciones para terminar con muchas de las patologías que normalmente tenemos y por las que acudimos a las consultas de fisioterapia.

Como os he adelantado en la introducción, desde que empecé mi actividad profesional como fisioterapeuta y actualmente desempeñando esta función en la Clínica Fisiolive de Valladolid, he tenido la gran suerte de pasar consulta a bastantes personas.

Durante el proceso de la entrevista para desarrollar una buena historia clínica, los fisioterapeutas vamos haciendo preguntas acerca de la problemática que tiene el paciente en ese momento y por la cual acude a buscar soluciones. Pero también dentro de esta parte de la sesión de fisioterapia realizamos preguntas más generales para conocer la historia clínica de las personas y por las experiencias que ha ido pasando a lo largo de los años.

Es bastante frecuente que durante la entrevista la persona se considere un sujeto herniado, artrítico, tendinoso o roto. Y a lo largo de estos años he ido comprobando que a las personas se nos etiqueta con una determinada patología y parece que ya la interiorizamos y la hacemos nuestra de por vida.

Pues bien, hoy quiero reflexionar acerca de estas etiquetas que desde el mundo de la medicina se suelen otorgar a las personas y que muchas veces modifican a nivel psico-social las experiencias de vida y conductas de la gente. Hablando con expertos en otras materias de las ciencias de la salud como nutricionistas o psicólogos me he dado cuenta de que ellos también tienen esta misma percepción.

Vamos a entrar ya en materia y vamos a ir reflexionando lo que supone que a una persona la etiqueten con una determinado patología. A menudo me encuentro en Fisiolive con personas que vienen por un determinado problema multifactorial y estas personas lo relatan de la siguiente manera; “tengo un problema desde hace X años en el hombro, porque me dijeron que mi tendón estaba pinzado por el hueso y que eso me producía una tendinitis crónica”. O bien le pregunto a una de estar personas que acuden a consulta por si son capaces de realizar un determinado gesto con su cuerpo y la respuesta es la siguiente: “desde hace 12 años estoy diagnosticado con una hernia en la parte baja de la espalda y me dijeron que no me agachara”. Pues bien, debemos de ser conscientes que no somos personas con patologías de por vida. Que nuestros tejidos se van regenerando y por lo tanto las lesiones que hayamos podido sufrir en un determinado momento de nuestra historia no las vamos a llevar de por vida en nuestra mochila.

Vamos a explicar con más detalle este aspecto. En un determinado momento, hemos podido sufrir una patología en un tendón o en un músculo o en cualquier parte de nuestro cuerpo. Pero esto no nos hace personas con esa determinada patología de por vida. En numerosos estudios de imagen se ha visto que muchas personas con hernia discal lumbar a los dos años de haberla detectado, la hernia se había reabsorbido. Y se ha comprobado también que esta misma hernia discal a los seis meses desde que empieza a generar sintomatología, con un correcto programa de rehabilitación basado en el ejercicio terapéutico y la pedagogía en el dolor, desaparece de las pruebas de imagen y sobre todo deja de generar sintomatología.

Hemos comprobado en numerosas ocasiones como personas diagnosticadas con calcificaciones de un cierto tendón del hombro, son capaces de tener la movilidad completa y la fuerza conservada,

Esto son solo dos ejemplos, pero la reflexión es la siguiente, por mucho que nos hayan dicho que tenemos una determinada patología músculo-esquelética, no vamos a tener que cargar con ella de por vida. Conocemos y disponemos de las herramientas necesarias dentro de la fisioterapia para atajarlas y ayudar al organismo a revertir esas situaciones.

También es muy frecuente creerse que, aunque hayamos superado una lesión, incluso gracias a una intervención quirúrgica va a seguir siempre con nosotros. Y nada más lejos de la realidad. Las lesiones se superan y se dejan atrás. Debemos ser capaces de olvidar esos sucesos traumáticos y volver a vivir sin la etiqueta de una determinada lesión.

Y vamos a ir más allá. Como muchas veces me habréis leído en este blog el dolor es de origen multifactorial, es decir, que no solo está producido por un daño en el tejido. Es más en numerosas ocasiones no hay ningún daño a nivel músculo-esquelético y sentimos un dolor tremendo en una determinada región corporal. Y esto se debe a una mala interpretación cerebral a unas determinadas señales. Como pueden ser los dolores de cabeza después de estar cerca de un altavoz en un concierto. El cerebro interpreta que esa señal acústica es demasiado elevada y puede dañar nuestro oído. Para ello genera un dolor de cabeza como mecanismo de alarma y protección que puede perdurar en el tiempo unas determinadas horas aún cuando ya no hay ese volumen exagerado. Incluso también podemos experimentar dolores musculares o articulares cuando nos llevamos malos ratos por malas noticias o estamos atravesando una situación complicada. Eso no quiere decir que vayamos a estar etiquetados de por vida como personas con el cuello rígido o la mandíbula dolorosa. Únicamente estamos atravesando un proceso, que cuando se resuelva no debería debernos una consecuencia de por vida si somos capaces de ponerles remedio.

No debemos quedarnos con un diagnóstico de por vida, y sí buscar soluciones para desprendernos de esa etiqueta.

A lo largo de los años, numerosos pacientes en Fisiolive me han demostrado que se puede dejar atrás una lesión o un problema corporal. Debemos ser constantes y perseverantes y saber que la solución está a nuestro alcance con la ayuda de los profesionales adecuados y que hagan falta. Luchemos por ser personas sin etiquetas crónicas y seamos cuerpos y mentes sanas. Aprendamos a vivir sin dolor en un estilo de vida saludable.

Como siempre os diré, cuando me despida de vosotros,
¡Salud y Vida! 

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