Decía Frida Kahlo “El dolor no es parte de la vida, pero se puede convertir en la vida misma.”
7 años dedolor crónico o eso dijeron. Después de muchas idas y venidas de médicos, fisioterapeutas, plantillas, tratamientos diversos… di con la suerte de encontrar FISIOLIVE
Me tuvieron que operar de un síndrome compartimental bilateral, saliendode la operación con más de 90 grapas en mis piernas, en silla de ruedas y con un pronóstico y un futuro nada esperanzador. Se suponía que es una lesión quese recupera fácil una vez que se ha operado (ya que no hay otra alternativa), pero con lo que no contaron los médicos era con mi dolor, un dolorde muchos años. Entré en el quirófano pensando que en un mes volvería a mi vida normal, pero no fue así.
Ahí empezaría mi mayor problema, EL DOLOR.
Esta lesión me provocaba que las fascias que nos rodean los músculos me oprimían al bombear. ¿Cuál era mi sensación? Ardor en las piernas, dolor punzante, inflamación en los pies… todos los días que corría, me volvía a casa llorando del dolor.
Una vez operada, empecé con la recuperación y volví a notar que algo fallaba. Los pies seguían doliendo. Tuve que buscar muchos médicos para que me intentaran decir qué me pasaba. Muchas pruebas, algunas dolorosas y un año después me volví a meter en el quirófano. Me alargaron los gemelos, había tenido tanta presión que mis pies se habían quedado sin elasticidad.
Que ilusa fui cuando pensé que después de eso ya no volvería a tener problemas. Ojalá algún día los médicos me explicaran el dolor como lo hicieron en FISIOLIVE.
Fuimos paso a paso, empezando por la sensibilidad. En la tibia derecha había perdido sensibilidad por la operación, no sentía nada. En la zona de la planta del pie, si me tocaba algo frío, se me contracturaba.
¿Qué tuvimos que hacer? Trabajar la sensibilidad con distintos objetos para empezar a notar la tibia. Yo cerraba los ojos y el fisioterapeuta me pasaba diferentes objetos para que los identificara.
Fui recuperando la sensibilidad poco a poco, se trata de un proceso lento en el que hay que poner mucha dedicación y paciencia.
Mientras hacíamos este trabajo, Juan me explicó cómo era el dolor. Había “aprendido” a correr con dolor, a convivir con él. No es normal que nos digan que tendremos dolor para siempre, porque no es así.
Me reeducó con el dolor, mi cerebro había guardado un recuerdo que ya no tenía. El cuerpo seguía pensando que tenía la lesión, aunque me hubieran operado. Esto se traducía en dolor en las piernas y en volver a vivir ese infierno que creía olvidado. Volver a correr fue toda una odisea. Tenía miedo, ansiedad, pánico…hubo muchos días que no pude salir a entrenar por miedo y llegué a pensar ¿y si todo esto no ha servido de nada? ¿y si las operaciones no me han quitado la lesión?
Pero no era así, la lesión estaba quitada y yo tenía trabajo por delante. Me costaba volver a confiar en un especialista, había perdido la confianza tanto en los médicos como en los fisioterapeutas. Pero ahí estaba Juan, que se interesó por mi caso. El sabía cómo tratarme el dolor crónico.
Al principio, cuando me explicaba cómo actúa el dolor en el cuerpo, me costaba entenderlo y creerle. Pero poco a poco, fui viendo que sus claves me daban resultado.
Tenía que salir convencida a correr, pensando que nada malo me iba a ocurrir, que no me volvería a lesionar. Fui cogiendo fuerza poco a poco en las piernas mediante ejercicio terapéutico.
¿Cuál fue mi resultado?
Los cambios de tiempo ya no me afectan (antes me latían las cicatrices y sentía dolor). He podido correr 4 medias maratones sin dolor, algo totalmente impensable para mí hacía unos años. He vuelto a sonreír, porque sí, con dolor crónico la vida es más oscura. He vuelto a confiar en los fisioterapeutas, sobre todo en FISIOLIVE, ya que muy pocos se especializan en el dolor crónico y cuando acudimos sentimos que no nos entienden.
Hay que dedicar mucho tiempo para reeducar nuestro cuerpo, nuestro dolor y puedo asegurar que solos, es imposible. Pedid ayuda cuando os digan que tenéis dolor crónico, no os vengáis abajo cuando os digan que no tenéis cura, porque no es cierto. Si os dicen eso, acudid a otro especialista.
“No es un camino fácil, os sentiréis rechazados muchas veces, querréis abandonar mil veces, pero un día dejareis de tener dolor crónico”
Invertir tiempo y dinero en salud puede que nos parezca que no es necesario, pero la calidad de vida es un lujo que no te puedes permitir cuando te ponen la etiqueta de dolor crónico.
Creedme cuando os digo como paciente de FISIOLIVE, ya totalmente recuperada, que os ayudará contra el dolor crónico.