Diferencias entre la artrosis y la artritis.

“Aunque suena parecido y muchas veces se confunden, estas dos enfermedades tienen de parecido lo que una pelota de tenis a una pelota de rugby”. En muchas ocasiones acuden a consulta personas diciendo que tienen artrosis o artritis en una extremidad o en otra. Pero son dos cosas bien diferentes que vamos a explicar a continuación.

Una sola letra puede cambiar el significado de toda una enfermedad.

En el caso que nos ocupa, diferenciar estas dos enfermedades no es cuestión solo de letras. En verdad son dos patologías que se padecen por norma general en las mismas regiones corporales, pero que su origen, causa, sintomatología y tratamiento es bien diferente.

Vamos a empezar definiendo ambas patologías. La artritis reumatoide es una enfermedad de origen autoinmune. Se define como una enfermedad de tipo inflamatorio que se caracteriza por una inflamación de la membrana sinovial de la articulación. Sin embargo la artrosis es una enfermedad de origen degenerativo. Se caracteriza por el deterioro del cartílago y la parte ósea de la articulación.

Por lo tanto ya tenemos una primera gran diferencia, que es el origen que causa la enfermedad y el efecto que produce en nuestro organismo.

La artritis reumatoide afecta de manera general a población más joven pudiendo aparecer en individuos a una edad temprana. Mientras que la artrosis es una consecuencia del paso de los años principalmente en nuestro cuerpo. Puede aparecer a partir de los primeros años de la etapa adulta y en muchas ocasiones no genera sintomatología. Como en su día me explicaron en la universidad, la artrosis son las canas o las arrugas de nuestras articulaciones. El paso de los años inevitablemente se expresa a nivel externo como a nivel interno.

La manera en la que se manifiesta la artrosis en nuestro organismo es a través del dolor de una determinada articulación. Esto también produce una limitación funcional y suele ir acompañada de cierta rigidez. Aunque no siempre es así, en personas activas y que durante las diferentes etapas de la vida han realizado actividad física de manera regular, se ha comprobado que los procesos de artrosis aparecen sin generar esta sintomatología. Por lo tanto aquí tenemos una primera solución a nuestra más que probable degeneración articular, mantenernos físicamente activos durante nuestra vida nos hará más llevadera esta degeneración y en muchas ocasiones pasará inadvertida. 

La artritis también se manifiesta a través del dolor y suele cursar con hinchazón y enrojecimiento de las articulaciones. La artritis al igual que la artrosis mejora el dolor con el movimiento. Suele ser característica la rigidez matutina sobre todo en manos y pies. A medida que avanza el día y la persona se activa con el movimiento, nota en su cuerpo una mejoría. Las personas con dicha patología lo relatan “como si su cuerpo se engrasara con el movimiento”.

La artrosis puede tener una causa primaria como puede ser el sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad. O puede asociarse a un accidente traumático, como una intervención quirúrgica y una mala rehabilitación posterior.

La artritis se asocia muchas veces con infecciones provocadas por virus o por hongos, el exceso de peso también se ha visto que es determinante y te predispone a padecer la enfermedad. Por supuesto también esta asociada a una fallo del sistema inmunológico.

Como posibles tratamientos para estas dos enfermedades encontramos dentro del abanico que nos ofrece la fisioterapia el movimiento, es decir, el ejercicio terapéutico. Durante muchos años a los pacientes con artrosis se les recetaba el reposo, pero las últimas actualizaciones de guías de práctica clínica para el manejo de esta enfermedad nos hablan del ejercicio físico como uno de los mayores coadyuvantes a la hora de tratar la enfermedad. Por supuesto, modificar también los hábitos de vida sería una de las primeras intervenciones que debiéramos hacer, pues el sedentarismo conlleva a empeorar la gravedad de la enfermedad. También debiéramos acudir a un especialista en Nutrición Humana y Dietética para que viera nuestra manera de alimentarnos y nos recomendara una nueva estrategia nutricional que nos favorezca el movimiento y así poder de manera gradual bajar el peso. 

Con los pacientes diagnosticados con artritis sabemos que nuestro mejor aliado va a ser el movimiento. Como ya hemos explicado con anterioridad, el ejercicio bien pautado y dosificado va a ayudarnos a mejorar los niveles de inflación, disminuir la percepción de dolor y terminar con la sensación de rigidez articular. 

Vamos a darle movimiento y vida a nuestras articulaciones. 

Aunque hemos visto que el origen y las causas de las dos enfermedades son completamente diferentes así como la presentación en cuanto a signos y síntomas. Ambas enfermedades van a mejorar con el ejercicio terapéutico. Por eso es importante ponerse en manos de especialistas para afrontar la enfermedad de la mejor manera posible y siempre contar con la ayuda de más especialistas de las ciencias de la salud, pues como ya hemos visto su causa es multifactorial. 

Como siempre os diré, cuando me despida de vosotros,
¡Salud y Vida! 

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