“Ignorar y negar la realidad del drama de los pacientes es arbitrario e inmoral.” Arturo Goicoechea. La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por sentir un dolor generalizado en varias partes del cuerpo a la vez, un cansancio generalizado y una disfunción de varios sistema de nuestro organismo.
¿De que hablamos cuando nos referimos a la fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad auto-inmune, es decir, es una condición patológica en la cual el sistema inmunitario se convierte en el agresor que ataca y destruye a los propios órganos y tejidos corporales sanos. Para que nos quede claro, hablamos de una enfermedad que se experimenta en humanos sanos, pero que padecen unas consecuencias a nivel físico, psíquico y social muy graves. Las personas que padecen fibromialgia experimentan una sensación de dolor muy severa en varias partes del cuerpo sin tener un daño en los tejidos que sea el causante de dicho daño.
La fibromialgia afecta en mayor porcentaje a mujeres entro los 30 y 60 años de edad. Aunque también encontramos hombres que sufren esta patología y personas de rangos de edades fuera de los comprendidos entre los 30 y los 60 años. No hay ninguna prueba diagnóstica de imagen, ninguna analítica de sangre o prueba anatopatológica específica. Por ello muchas veces hemos dicho que el dolor no se puede radiar, ni fotografiar ni bipolar.
La fibromialgia se caracteriza por un dolor generalizado, alteración de los mecanismos del sueño, fatiga crónica desde primera hora de la mañana hasta la última hora de la tarde.
La fibromialgia es una enfermedad que no presenta signos inflamatorios articulares ni musculares, no presenta tampoco signos de daño a nivel tendinoso o ligamentario.
Además cursa con trastornos digestivos, alteraciones emocionales, problemas psicológicos, afecta a su entorno social y laboral.
La sintomatología de la fibromialgia es multifactorial por lo tanto el tratamiento que debemos realizar con las personas que se ven afectadas por dicha enfermedad deberá de ser multidisciplinar.
Desde el punto de vista de la fisioterapia, que es el papel que desde Fisiolive vamos a llevar a cabo se va a centrar en dos estructuras conocidas, consolidadas y con las cuales obtenemos unos resultados clínicos favorables.
Nuestra intervención se va a basar en la pedagogía del dolor y el ejercicio terapéutico. La primera de nuestras intervenciones: la pedagogía del dolor, se basa en explicar a las personas que acuden a nuestra consulta, en qué consiste la enfermedad que sufren. Explicarles lo que significa una enfermedad autoinmune, explicarles cuales son los mecanismos neurofisiológicos del dolor, explicarles el porqué de ese dolor generalizado que no hay ninguna prueba que puede explicarles o mostrarles dónde está su daño.
Como ya hemos explicado en algún otro post, el conocimiento nos empodera. Es decir, a muchas de las personas que acuden a consulta etiquetadas de por vida con fibromialgia, lo primero que hay que explicarles, que muy pocas veces desde las especialidades médicas a las que acuden no se les habla de cómo se produce el dolor, no se les explica porqué están sufriendo esa pesadilla, y lo peor de todo no se les abre una ventana a la esperanza de poder vivir sin dolor y sin medicación de por vida. Por lo tanto, cuando una persona conoce bien lo que le pasa, lo que está ocurriendo dentro de su cuerpo, es el primer paso para desprenderse de esa etiqueta de por vida. En muchas ocasiones, diría que en la mayoría, no logramos recuperar una vida sin dolor al 100%; pero mejor la calidad de vida de las personas y que puedan vivir día a día sin apenas dolor, es un regalo que merece la pena que expliquemos a las personas que acuden a nuestros centros.
La segunda gran columna donde se asienta el tratamiento fisioterapia de la fibromialgia es el ejercicio terapéutico. En este caso vamos a tener dos tipos de ejercicios. Los meramente aeróbicos, donde vamos a integre que nuestra frecuencia cardiaca suba durante periodos de entre 15 y 20 minutos. Y por supuesto vamos a realizar también ejercicios de fuerza.
Ambos tipos de ejercicios nos van a ayudar a dar la vuelta a lo que nuestro sistema auto inmune está realizando. Vamos a empezar a activar nuestros circuitos hormonales para que libren adrenalina, serotonina; conocidas como hormonas de la felicidad y por lo tanto van a permitir que nuestro organismo se equilibre y se activen lo mecanismos descendentes inhibidores del dolor.
Los cambios no se producen de la noche a a la mañana. Pueden tardar en aparecer en torno a los 6-9 meses. Pero poco a poco está en nuestras manos en cambio.
Sin la ayuda de otros profesionales sanitarios como psicólogos, nutricionistas o reumatólogos va a ser mucho más difícil mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
La fibromialgia no es una enfermedad de por vida.
En muchas ocasiones me encuentro con personas que se resignan a padecer una enfermedad de por vida. Les han etiquetado con fibromialgia por ejemplo y están dispuestos a aprender a vivir con el dolor: pero tenemos que ser capaces de darles el mensaje contrario. Que hay posibles salidas, que vamos a tener que trabajar codo con codo y de manera muy dura para liberarnos de esta pesadilla. Pero el sueño tiene que ser conseguir alcanzar una mayor calidad de vida.