“Caminante, son tus huellas/ el camino y nada más;/ Caminante, no hay camino,/ se hace camino al andar”. Antonio Machado. Desde que somos pequeños tenemos que saber que el caminar se tiene que convertir en una de nuestra actividades del día a día prioritarias. En la actualidad se recomienda a los adultos caminar una media de 10.000 pasos al día. De pequeños debemos acostumbrarnos a este hábito. Pero ¿qué pasa si tengo una disfunción en el pie, como es el pie plano? Debemos tratar de corregirlo desde la infancia que es cuando se manifiesta el problema.
Prevención y tratamiento del pie plano valgo.
El pie es una estructura formada por varios huesos, músculos y ligamentos. Es una de las estructuras más complejas del cuerpo, y sobre donde se distribuye todo nuestro peso corporal. Nos sirve de mecanismo de acción y transmisión de fuerzas a la hora de impulsarnos cuando nos desplazamos ya sea andando o corriendo.
Una de las alteraciones comunes en los niños es tener un pie plano. Si bien es cierto que el pie se va constituyendo desde que nacemos hasta que alcanzamos los seis o siete años, desde bien temprano podemos trabajar en la estructura del pie, para prevenir la aparición del pie plano o para tratar esta patología si ya se ha producido.
Existen dos tipos de pie plano, el flexible y el rígido. El pie plano valgo flexible es aquel que se produce por una alteración de la musculatura intrínseca y extrínseca del pie, así como por una laxitud muy pronunciada de los ligamentos que dan estabilidad a las numerosas articulaciones del pie. Para diferenciar si un pie plano es flexible debemos colocar a nuestro pequeño de pie en el suelo sobre una superficie estable y dura. Si al ponerle de pie, vemos como su arco plantar interno se derrumba y por lo tanto el pie se aplana por completo haciendo que el talón se desvía hacia interno, nos encontramos ante una falta de tono muscular y una posible patología. Para comprobar si es flexible, le vamos a pedir al niño que sin sujetarse en ningún lado o con una pequeña ayuda por nuestra parte, se ponga de puntillas con ambos pies. Si al realizar este gesto y al ponerse en una posición máxima, apoyando todo el peso sobre la base de los metatarsianos y los dedos el arco del pie aumenta, hablamos de que nos encontramos ante un pie plano valgo flexible. Por norma general el pie plano flexible en los niños no suele asociarse con cuadros de dolor, ni una alteración del equilibrio y de la marcha grave. Si que es verdad que podemos tener dificultad a la hora de correr o de realizar desplazamientos por superficies irregulares.
Cuando hablamos de un pie plano rígido nos encontramos ante la misma problemática que en el anterior caso. Cuando ponemos al niño de pie, el arco interno del pie se derrumba. A diferencia del flexible, cuando mandamos al peque ponerse de puntillas, el arco interno no aparece, el movimiento es doloroso y en muchas ocasiones no hay manera de realizar el gesto.
El pie plano rígido suele asociarse a cuadros de dolor, dificultad para caminar y mantenerse en equilibrio estático, desviación de las rodillas y frecuentes dolores de cadera. El tratamiento para este tipo de pie suele ser con medios ortopédicos o mediante intervención quirúrgica.
Para el tratamiento del pie plano flexible en los niños, encontramos una gran variedad de propuestas, todas ellas basadas en el ejercicio terapéutico, puesto que la deformidad viene causada por una debilidad muscular y una laxitud de los ligamentos propios del pie.
La musculatura sobre la que vamos a trabajar va a ser la siguiente: musculatura intrínseca del pie, tibial posterior, tibial anterior, sóleo y gemelos.
Los ejercicios que desde la fisioterapia vamos a pautar, serán los enfocados a corregir la debilidad de esta musculatura. Siempre teniendo en cuenta, que al tratarse de niños, es mejor integrarlos en juegos y convertirlos en un momento entretenido, aunque deben hacerse de manera consciente y no solo como un simple juego para pasar el rato. La dosis tanto intra sesión como semanal de los ejercicios la va a determinar el estado del pie, la capacidad de atención y la disponibilidad de la familia para realizarlos. Aunque es bueno realizarlos con una alta frecuencia para que el trabajo sea alto.
El trabajo desde la infancia nos puede ayudar a mantenernos de pie sobre nuestros pies.
Al tratarse de una alteración frecuente en la infancia, y no es difícil de corregir, vamos a tener que ponerle ganas al trabajo que desde la fisioterapia se nos recomiende. Todavía no sabemos muy bien si las causas del pie plano son genéticas, se aprenden de los hermanos mayores o aparecen por pequeñas alteraciones del crecimiento. pero siempre es bueno intervenir desde que somos pequeños, trazar un buen plan de prevención si vemos que nuestros peques pueden desarrollar esta patología y ponerse manos a la obra para solucionarlo en el menor tiempo posible y así lograr que nuestros peques se desplacen por el mundo sin problema.